En el corazón de la comarca de La Janda, entre pinares y aire de marismas, se levanta Dehesa Montenmedio, un nombre que para el mundo hípico internacional es sinónimo de grandeza. Con más de 500 hectáreas y las instalaciones hípicas más grandes de Europa, Montenmedio es un lugar donde, además del deporte, la hospitalidad y la gastronomía se han convertido en parte de su identidad.
Detrás de todo lo que es visible para el público, hay un equipo que cada día trabaja para que jinetes, mozos, visitantes y familias disfruten de una experiencia completa. Cinco restaurantes y dos quioscos conforman la oferta gastronómica de Montenmedio, con propuestas que van desde la cocina tradicional hasta platos internacionales, todos elaborados con productos de primera calidad.
Al frente de esta maquinaria culinaria está Charo, jefa de todas las cocinas del complejo, e Ismael, jefe de cocina del restaurante The New, el más espectacular de los espacios gastronómicos del recinto.
“Dehesa Montenmedio tiene siete restaurantes. Cada uno con un tipo diferente de comida”, explica Charo. “Tenemos Il Giardinetto, que a mediodía es buffet y por la noche italiano; Chez Moi, con bocadillos y algo de pasta; el Meeting Point, con platos más elaborados; dos quioscos abiertos desde temprano, el Flamenco y, por supuesto, The New.”
El restaurante The New, completamente reformado y distribuido en varias alturas, ofrece una vista privilegiada a las pistas David Broome y Milton, donde se desarrollan algunas de las pruebas más emocionantes del circuito. Es el lugar donde el sabor se mezcla con el deporte.
“Todos los productos son buenos, y le ponemos muchísimo cariño a la hora de emplatarlos. The New tiene platos mucho más elaborados, pero en todos los restaurantes cuidamos el detalle. No se escatima nunca en materia prima ni en producto. Ofrecemos calidad y, siempre que se puede, productos de aquí, de la zona”, añaden.
El impacto económico y social de Dehesa Montenmedio en la comarca de La Janda es inmenso. Cada temporada, el complejo genera cientos de puestos de trabajo directos e indirectos, dando vida a una zona donde el turismo y la hostelería suelen depender del verano.
“Ofrece muchísimo empleo, porque Cádiz es una zona turística donde hay mucho trabajo en verano, pero cuando llega el frío no hay nada. Entonces todo el mundo viene a Montenmedio. Aquí hay jardineros, camareros, cocineros… muchísima gente trabajando. Todo el mundo quiere venir a trabajar aquí durante la temporada”, explica Charo.
“Lo que más me gusta de trabajar aquí es el compañerismo. Tenemos muy buen equipo, muchos profesionales, y aunque trabajamos muy duro, se hace con gusto.”
Charo explica que: “empecé en Montenmedio hace 30 años, cuando todavía estaba arriba en la Casa Club. Un día Teresa me dijo: ‘vente conmigo al Chez Moi, Charito’. Y aquí estoy, al frente de todas las cocinas.”
La dedicación de Charo, el talento de Ismael y el compromiso de todo el equipo son la otra cara del éxito de Dehesa Montenmedio.
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