Un estudio reciente ha revelado que los caballos estabulados suelen exhibir comportamientos de frustración, como patear o rascar el suelo, debido a la falta de estímulos. Este tipo de comportamientos se asocian a una gestión inadecuada y a la falta de enriquecimiento ambiental.
El estudio, presentado en la Conferencia ISES de 2024, sugiere que el uso de sonidos para enriquecer el entorno puede disminuir estos gestos de excitación y contribuir así al bienestar de los caballos estabulados. Los investigadores evaluaron diferentes tipos de sonidos y su impacto en el comportamiento de los equinos.
El enriquecimiento sonoro incluyó la exposición a sonidos de la naturaleza, jazz, country, música clásica y canciones de cuna, entre otros. Los resultados indicaron que el uso de sonidos de la naturaleza es el más efectivo para reducir la frustración y promover comportamientos naturales como comer. En contraste, la exposición a música jazz aumentó significativamente los gestos de excitación.
Los investigadores concluyen que la incorporación de sonidos naturales en los establos puede ser una herramienta útil para mejorar el bienestar general de los caballos, al reducir los comportamientos anómalos y de frustración.
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