Julien Epaillard, conocido como el «Francés Volador» por su velocidad en las pistas, junto con la yegua «Dubai du Cedre», están llenos de esperanza y entusiasmo de cara a los próximos Juegos Olímpicos de verano en París 2024. Este binomio, que empezó a competir juntos internacionalmente a finales de 2022, se perfila como uno de los grandes favoritos para el evento.

La yegua, que acaba de cumplir 12 años y se encuentra en la cúspide de su carrera, recientemente se llevó la medalla de plata en las Finales de la Copa del Mundo de Salto FEI Longines en Riad y el bronce en el Campeonato de Europa FEI en Milán.

«Dubai du Cedre» no solo es notable por su desempeño actual, sino también por su linaje impresionante. Hija del legendario “Baloubet Du Rouet”, ganador de tres finales de la Copa del Mundo y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 junto al jinete brasileño Rodrigo Pessoa, y de “Urgada de Kreisker”, hermana de “Quickly de Kreisker”.

La yegua fue criada por Ylvain Pitois y Perrine Cateline en Bretaña, Francia, y aún es copropiedad de ellos junto con Sarl Exceptional Horses SL. Comenzó su carrera a los cuatro años con Valentin Besnard y a los seis años pasó a manos de Margaux Rocuet, con quien debutó internacionalmente. Juntos alcanzaron el segundo lugar en el Campeonato de Francia para caballos de siete años en 2020, demostrando una prometedora sinergia.

Epaillard y «Dubai du Cedre» tienen su mirada fija en el oro olímpico, y con la gestión de Epaillard de su cuadra junto a su esposa Susana en Le Pre d’Auge, cerca del Palacio de Versalles, sede ecuestre de los Juegos, todo parece alinearse para que este equipo alcance nuevas alturas. Julien Epaillard ha expresado su metodología para trabajar con la energía vibrante de «Dubai»: “Intento hacer que use esta energía conmigo, no en mi contra. Ahora está más tranquila y comprende mejor cuándo usar esa energía. Ha sido mucho trabajo, pero con caballos como este finalmente es fácil encontrar un camino”.

Mientras «Dubai du Cedre» continúa brillando en las pistas, el futuro también promete ser brillante una vez que termine su carrera en salto, con planes ya en lugar para su etapa como reproductora, extendiendo así su influencia en el mundo ecuestre por muchos años más.