¿Quién no ha esperado durante meses el nacimiento de un potro? Este momento tan esperado y maravilloso es uno de los más significativos para todo amante de la hípica, por lo que debemos estar bien preparados para ello.
Los primeros minutos de vida de un potro son vitales para su salud y desarrollo. Una vez nacido, debemos verificar que el saco amniótico se haya roto correctamente y que el potro respire sin dificultad. Si no lo hace por sí mismo, contar con la ayuda de un veterinario puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Es importante que el potro intente ponerse en pie en la primera hora y busque el calostro de la madre, que le proporcionará los anticuerpos esenciales para su inmunidad. Si no puede hacerlo, debemos ayudarle a mamar o recurrir a una fuente alternativa de calostro. En estos momentos, también debemos asegurarnos de que la madre acepte al potro y que sus reflejos sean normales.
No debemos olvidar que proporcionar un ambiente tranquilo y limpio ayudará a la adaptación del potro a la vida exterior, reduciendo el riesgo de enfermedades y por ende, su crecimiento.
-Redacción por Cristina Prado-
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