Esta espléndida raza, originaria de Alemania, es una joya en peligro de extinción. Conocida por diferentes nombres, como Schwarzwälder Kaltblut o Schwarzwälder Fuchs o Black Forest Horse, su historia se remonta al siglo XV, cuyas funciones eran las labores agrícolas y forestales.
A pesar de su pasado glorioso, las guerras y la industrialización redujeron su número drásticamente, llevándolo al borde de la extinción en la década de 1970. Sin embargo, gracias a programas de cría, la población de estos caballos ha vuelto a crecer, superando las 1,000 yeguas en todo el mundo.
Con su distintiva apariencia, estos caballos son robustos y musculosos, con una crin y cola exuberantes que contrastan bellamente con su capa oscura. Además de su belleza, son versátiles y nobles, ideales tanto para trabajar y entrenar como para el disfrute familiar.
Fuente: fei.org
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