Un estudio reciente llevado a cabo en la zona oriental de España ha revelado que aproximadamente el 27,5 % de los caballos aparentemente sanos están infectados con Leishmania infantum, un parásito transmitido por mosquitos que puede causar leishmaniosis.
Este hallazgo es preocupante porque sugiere que estos caballos podrían servir como reservorios silenciosos del parásito, lo que aumenta el riesgo de propagación a los humanos.
Los expertos enfatizan en la importancia de realizar más investigaciones en caballos y otras especies para comprender mejor la situación y proponen medidas como el uso regular de repelentes para prevenir así su transmisión. Es esencial tomar acciones preventivas y de control para proteger tanto a los equinos como a las personas de esta enfermedad endémica en la región mediterránea.
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