Con tan solo 22 años y a fecha de octubre, ya ha batido el record de victorias de un aprendiz del turf español con 36 carreras ganadas en lo que va de año (el anterior récord estaba en 29). Por eso, no es de extrañar que sea la primera mujer que consigue un contrato de prioridad. Es la jockey de los pura sangre del Marqués de Miraflores. Este contrato consiste en que, cada vez que corra un caballo de este propietario, ella será quien lo monte.

Su día a día como jockey

A las cinco y media de la mañana ya está en la cuadra de Christian Delcher preparada para trabajar los potros pura sangre que le toquen ese día. Ella cuenta que «es muy difícil ganarse la confianza de un propietario. Al principio no contaban conmigo y me desanimé. Llegué a dejar la competición porque no encontraba motivación».

Ahora, gana 75 euros + IVA en cada carrera y, en caso de ganar o tener premio económico, se lleva el 10% del premio.

Con 48kg de peso y midiendo 1,62m, confiesa que empezó de casualidad. Con 8 años descubrió los paseos a caballo y ya supo que no se bajaría de allí. En este mundo es complicado entrar si no tienes a familiares o conocidos dentro, por eso decidió estudiar en un internado para jockeys al lado de París.

Bachillerato internada en Chantilly

Chantilly es una escuela de jockeys en Francia donde enseñan técnica los mejores. Allí descubrió lo duro que era este deporte, teniendo en cuenta que es mixto. La forma física que exige es muy complicada para lograr por las chicas, por ello reciben menos ooportunidades de las que merecen. «Un hombre es más fuerte que yo, claro, pero a fuerza no vas a ganar. Aunque montes muy bien te siguen llamando ‘niña’. No es machismo. Cuesta afrontar los cambios» confiesa ella.

A Zambudio siempre le daban los peores caballos, por eso tuvo que trabajar el doble teniendo que ver cómo a otros le daban más oportunidades sólo por ser hijos de alguien. Finalmente llegó su oportunidad de la mano de Miguel Alonso, un entrenador, que le pidió que le preparara sus caballos. Poco a poco, otros entrenadores le fueron ofreciendo correr sus caballos hasta que en junio de 2021 logró su primera victoria.

Sobre los caballos que entrena, comenta que cada uno tiene un carácter diferente: “Hay caballos a los que puedes exigirle y a otros no. A algunos debes frenarlos y a otros tienes que empujarlos en la recta”. Las carreras están llenas de estímulos: Golpes, gritos, o movimientos que pueden distraer o asustar a los caballos. A unos 70 kilómetros por hora, con cualquier mal movimiento puedes jugarte la vida.

Las carreras consisten en arriesgarse a encontrar los huecos para adelantar, siempre evitando los accidentes. Por eso Julia continúa luchando para demostrar que las carreras no se ganan solo con fuerza, también es astucia y dedicación, además de saber montar y sacar lo mejor de cada caballo.