Soy María Canga, bióloga con especialización en desarrollo de producto médico y veterinario, amazona de salto y por encima de todo, admiradora del caballo.
Hace unos 13 años que jubilaba a Finger, el que era mi caballo salto. Se fue del box al campo, se acabaron las pistas y nos dedicamos a paseos y rutas. Con ello y un acercamiento a la disciplina de raid, cambió radicalmente mi forma de entender al caballo y me dio a conocer una alternativa a las herraduras, las botas, que no dude en probar para librarme de tener que depender del herrador cuando perdía alguna…
Luego las botas también las perdía…hasta que encontré la fórmula para ir barehoof de verdad, pero sí, conocer esa alternativa y ver como los propios jinetes arreglaban los cascos de sus caballos, despertó en mí el interés por la podología equina.
Con el tiempo he ido formándome con distintos profesionales, leyendo y estudiando a diario, pero sobre todo aprendiendo con el profesor caballo, que me dice cuando está cómodo y cuando no y con quien puedo ver los resultados a largo plazo.
Así, voy desarrollando mi propio «método» para darle funcionalidad al casco como receptor sensorial del medio que pisa, base de sustentación del caballo y optimizar su biomecánica para el deporte… sin más materiales que el propio casco como objetivo principal.
Esto me ha llevado a otra actividad muy gratificante, que es ayudar a otros jinetes y amazonas a cuidar de la salud del pie de sus propios caballos; desde como quitar las herraduras, recortar y manejar las herramientas, a aconsejar sobre el estilo de vida que favorece la salud del casco.
La participación del jinete en el manejo del casco descalzo, creo que es una pieza fundamental para el éxito del sistema. Nadie, ni el mejor podólogo del mundo, puede estar todos los días con tu caballo, mirándole los cascos, viendo sus necesidades y haciendo un mantenimiento personalizado. Tú eres quien mejor puede cuidar de su salud.
Se convierten en las frases más habituales cuando empiezas a ser el podólogo de tu caballo. Además de bajar la mirada de forma automática para mirar los cascos de cualquier caballo que pase cerca de ti.
Para mí, la podología engloba no solo el cuidado del pie, sino todo un sistema de gestión de su bienestar. Teniendo en cuenta sus comportamientos y necesidades naturales para recuperar el espíritu “de caballo” de nuestros caballos de deporte.
Estoy muy feliz de vivir en un momento en el que los grandes jinetes ambiciosos de ganar, tienen claro que el caballo es lo primero y entienden que sus necesidades básicas son más que darles agua, comida y refugio.
Se habla de vivir fuera del box, con otros caballos, permitiendo su movimiento durante todo el día. Comportamientos de manada y alimentación, más parecidos a sus necesidades como especie, que la manera en que lo veníamos haciendo por tradición y domesticación.
El fenómeno del casco descalzo, para mí va de la mano con toda esta “renaturalización”. Entender que el caballo está hecho para caminar, socializar, para elegir si quiere descansar, comer, jugar o ponerse al sol o a la sombra.
Un bienestar que se traduce en salud y ese es el requisito básico para el éxito si quieres no solo descalzar a tu caballo, sino destapar todo su potencial y rendimiento y tener caballo para muchos años.
Hablando concretamente del cuidado del pie, mi técnica/método se basa en dos aspectos:
Recorte + Movimiento por distintas superficies
- Recorte: Estimulando los puntos del pie que el caballo utilizaría en unas condiciones óptimas de pisada. De esta forma, utilizo el recorte para construir, no sólo para eliminar el material muerto que se va generando con el crecimiento, si no para acomodar la zona caudal donde se encuentra su mecanismo de absorción de impactos.
- Movimiento: Por distintas superficies, blandas y duras, lisas e irregulares, es fundamental para mejorar la capacidad de sentir el entorno que pisa y donde pone los pies. Función que se encuentra disminuida cuando el casco se encuentra aislado del suelo por llevar un material clavado o pegado. Este es un trabajo importante que ha de realizarse progresivamente en caballos que se descalzan. Ayuda a realizar una exfoliación natural y mejorar la calidad y dureza del casco.
Así que en resumen… tú eres el mejor podólogo de tu caballo
y a la frase de «sin pie no hay caballo»…le añado que sin bienestar, no hay ni pie ni caballo
Gracias a Chacco Marketing&Communication por esta oportunidad para compartir mi experiencia con el casco descalzo y os invito a seguirme en instagram @ms_barehoof, donde publico actualidad del deporte barehoof, técnica y casos prácticos
Nos vemos!!
María Canga-Ms.Barehoof
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