Javier Díaz, un empresario establecido en Jarandilla de la Vera, Extremadura, ha dedicado su vida a criar una de las razas de caballos más excepcionales y resistentes: el Akhal Teké. Originarios de Turkmenistán, muchos de estos caballos son importados directamente desde Moscú.
Estos caballos, conocidos popularmente como «caballos de oro y plata», deslumbran cuando el sol ilumina su pelaje, revelando reflejos dorados o plateados. En España, solo existen 35 ejemplares de esta raza, y Javier Díaz es el único responsable de su cría en la región.
La «Finca Arias AKHAL Teké Stud,» ubicada en 20 hectáreas de terreno natural en Jarandilla de la Vera, es el hogar de estos caballos.
Una de las características más destacadas de los Akhal Teké es su impresionante pelaje, que brilla con tonos dorados o plateados bajo el sol. Esta raza también se caracteriza por su «zatilok,» una pequeña curvatura en la nuca, más pronunciada en los sementales, y su mirada penetrante, atributos que algunos consideran los hacen los caballos más hermosos del mundo.
El Akhal Teké es también la raza de caballos más antigua, con una historia que abarca entre 2,500 y 3,000 años. Fueron inicialmente criados en los desiertos de Eurasia, específicamente en el actual desierto de Karakum, y utilizados como caballos de guerra por las tribus turkmenas.
Además de su rica historia, el Akhal Teké es conocido por su resistencia. En 1935, un grupo de jinetes con estos caballos viajó desde Asjabad, la capital de Turkmenistán, hasta Moscú, Rusia, recorriendo 4,150 kilómetros de desierto en tan solo 84 días. Son verdaderos atletas, especialmente enfocados en el deporte, y un Akhal Teké llamado Absent incluso ganó el primer oro olímpico en doma clásica para la Unión Soviética en 1960.
El Akhal Teké es un símbolo nacional en Turkmenistán y forma parte integral de su cultura. Más del 90% de los 10,000 ejemplares de esta raza se encuentran en este país, donde se realizan concursos y eventos en su honor, e incluso aparece en el escudo nacional. Además, está prohibida la exportación de ejemplares fuera del país, lo que hace que adquirirlos sea un verdadero desafío. Javier Díaz ha importado la mayoría de sus Akhal Teké de Rusia, donde criadores rigurosos se preocupan por mantener la genética y pureza de la raza. Los precios de estos caballos varían en función de la calidad, con un buen semental de calidad alcanzando entre 60,000 y 70,000 euros, aunque en todas las razas existen rangos de estos precios.
Para Javier Díaz, su criadero de Akhal Teké no es un negocio en este momento, sino una pasión. Sin embargo, como parte de la cría responsable, eventualmente tendrán que vender algunos caballos para evitar la consanguineidad. La finca de Díaz está trazando un camino hacia convertirse en el principal criadero de Akhal Teké en España con potencial empresarial, pero por ahora, su amor por estos caballos es lo que impulsa su dedicación.
0 comentarios