¡Henrik von Eckermann está haciendo historia! Con su compañero de toda la vida, King Edward, no solo salta a la cima del mundo durante meses, sino que también logra todos los títulos de campeonato que hay para conseguir. Nada de esto podría explicarse sin su compañero, el King Edward. El caballo castrado de 13 años llegó a la vida de Von Eckermann a través de su esposa, Janika Sprunger, quien adquirió el caballo de un jinete aficionado belga. Comenzaron a competir juntos en el 2019.

“King Edward es ante todo un caballo excepcional”, dijo Von Eckermann. Pero un caballo brillante no es suficiente para llegar a la cima. “Es el trabajo diario, lo que hacemos. Trabajamos con los caballos todos los días y para mí lo más importante es que siempre trato de escuchar al caballo, lo que me dice».

Pero Henrik también destaca la importancia de sus otros caballos y por qué es clave permanecer en la cima de las clasificaciones de Longines. “Tengo un fantástico grupo de caballos ahora. Por supuesto, está King Edward, pero los otros caballos también están haciendo un trabajo fantástico. Como Glamour Girl ganando tres pruebas grandes en dos concursos. Volviendo al ranking, eso es lo que marca la diferencia”.

No hay éxito sin un plan

Von Eckermann está convencido de que el trabajo diario es la clave del éxito. “No puedo hablar con los caballos, pero por eso es tan importante estar allí todos los días y pasar el mayor tiempo posible con los caballos, para aprender lo que intentan decirnos, para que podamos encontrar un equilibrio entre no hacer demasiado y no hacer demasiado poco», dijo.

“Necesitas un buen plan porque al final, aunque tengan una gran calidad, si quieres tener éxito a largo plazo, realmente tienes que escuchar lo que te dice el caballo. Por eso es importante seguir trabajando con ellos cada día y conocer a tu caballo por dentro y por fuera.»

¿Presión añadida?

Para muchos, entrar en una competición como el No. 1 podría generar presión adicional para desempeñarse al mejor nivel, pero ese no es el caso para el sueco. «El brazalete no trae presión adicional. Trato de disfrutar el momento. Sé que este momento no durará para siempre. Siempre me presiono cuando salgo a la pista. Quiero hacer el mejor recorrido que pueda para el caballo, para poder estar satisfecho cuando salgo, sabiendo que hice todo lo que pude».

París 2024 en el horizonte

Entonces, ¿qué sigue para Henrik von Eckermann? La respuesta es bastante simple: los Juegos Olímpicos de París 2024. La medalla de oro olímpica individual es la única que falta en su palmarés.

«Por supuesto, el próximo gran, gran objetivo es París. Para King Edward, el gran objetivo son los Juegos Olímpicos, aunque aún falta mucho tiempo, y muchas cosas pueden suceder. Pero con más de un año por delante, hay mucho que hacer. Por el momento, tengo que sentir cómo están los caballos para tratar de hacer el mejor plan para mis caballos. En las próximas semanas, Veré un poco lo que podría caber en mis caballos».