La salud ósea de un caballo es esencial para su bienestar. La alimentación adecuada es una de las mejores formas de mantener la salud ósea de tu caballo. Una dieta saludable, balanceada y adecuada para tu caballo es la clave para una buena salud ósea. Alimentar a tu caballo con los nutrientes adecuados es esencial para mantener unos huesos fuertes, sanos y resistentes a lesiones.
Los caballos tienen unas necesidades nutricionales específicas para mantener los huesos sanos. Los caballos deben mantener una dieta equilibrada de calorías, proteínas, minerales y vitaminas. Estos nutrientes forman parte de los alimentos ricos para los caballos y los ayudan a mantener sus huesos fuertes y saludables, favoreciendo el crecimiento y evitando lesiones.
Los tejidos del caballo, ya sean de los huesos, cartílago articular, ligamentos, tendones o músculos, están constituidos por proteínas colagénicas y no colagénicas. Además, los huesos variarán en su resistencia de acuerdo al contenido mineral óseo y la densidad ósea que tengan. Así pues, la falta de algún componente, puede afectar notablemente a la matriz ósea y a la de otros tejidos.
Salud ósea en potros
El esqueleto del potro se desarrolla durante el último trimestre de gestación y sigue cambiando en densidad y contenido mineral durante toda la vida del caballo. Esto quiere decir que para lograr un correcto desarrollo óseo, se debe aportar al caballo una nutrición correcta y una carga de trabajo adecuada durante toda su vida.
El tamaño corporal máximo que un determinado caballo podrá alcanzar de adulto está genéticamente predeterminado, sin embargo el índice de crecimiento puede estar influenciado por un gran número de factores, entre ellos el ambiente, la nutrición y el manejo. Un índice de crecimiento óptimo es aquel que alcanza el tamaño corporal deseable a una edad específica y con los menores problemas de desarrollo posibles. El manejo del crecimiento en caballos viene a ser un equilibrio entre conseguir un caballo de tamaño óptimo para un objetivo en particular sin que se produzcan problemas esqueléticos que reduzcan la capacidad atlética del animal.
El potro nace con solo un 17% de densidad ósea y termina su primer año de vida con un 76%. Esta densidad ósea oscilará durante toda su vida dependiendo de su edad, nutrición, lugar donde viva y lo que haga. Por eso es muy importante, para un correcto desarrollo y crecimiento del potro, recibir la correcta cantidad de vitamina K y calcio con su alimentación.
La importancia de la Vitamina K para la salud ósea
La vitamina K ayuda en la reducción de la incidencia de defectos óseos que cada año tienen un gran coste para la industria de los pura sangre en términos de potencial genético perdido, bajos rendimientos y dinero.
La proteína osteocalcina, que es dependiente de la vitamina K, une el mineral y la proteína en el hueso. Si el caballo no tiene suficiente vitamina K disponible, la unión es incompleta y repercute en una baja densidad y huesos y cartílagos defectuosos.
Se sabe desde hace tiempo que una correcta proporción de vitamina K previene y ayuda en la reversión de la osteoporosis, mejora la geometría ósea y reduce la incidencia de fracturas por sobrecarga.
Los caballos que no tienen acceso constante a pastos frescos de alta calidad son propensos a tener deficiencia de vitamina K, lo que lleva a una reducción en la densidad y la fortaleza ósea. Por eso, para asegurarse de que el caballo recibe la cantidad adecuada de vitamina K y calcio, debe recibir un aporte extra externo a la alimentación habitual, como por ejemplo el suplemento Osteovital de Mervue, por Special Feeds.
Oesteovital ayuda en:
- Mejora de la densidad ósea
- Prevención de enfermedades óseas
- Tratamiento de enfermedades óseas
- Reconstrucción de zonas afectadas después de cirugía artroscópica (retirada de microchip)
Foto de portada: Maria Conde
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