La amazona olímpica Edwina Tops-Alexander lanzó ayer la Fundación ITOT. Inspirada por la valentía y el espíritu guerrero de su amado caballo Itot du Chateau después de que superara un accidente que le cambió la vida para continuar y convertirse en uno de los mejores caballos de salto del mundo. La Fundación apoya proyectos que ofrecen terapia equina para niños y adultos con discapacidades mentales y físicas. Con este apoyo la Fundación ITOT pretende acercar la equinoterapia al mayor número de personas y concienciar de su impacto beneficioso en todo el mundo.

Con la Fundación ITOT cobrando vida después de años de planificación, Edwina Tops-Alexander explicó: “Mi sueño es que a través de la Fundación ITOT todos podamos apoyar el increíble trabajo que se puede lograr a través del poder de la terapia con caballos para ayudar a adultos y niños a superar sus discapacidades y vivir vidas más plenas. Los beneficios terapéuticos de simplemente estar cerca de los caballos son asombrosos y cuando los experimentan personas de todas las edades con discapacidades físicas o mentales, los resultados cambian la vida”.

TOTI Equestrian, la gama de joyería fina también desarrollada por Edwina, donará el 2 % de todos los ingresos por ventas a la recién creada Fundación ITOT. La creación de Edwina Tops-Alexander, explicó: “Es importante para mí retribuir, así que también decidí crear la Fundación ITOT, honrando la resiliencia de Itot y ayudando a las personas con discapacidades a través de la equinoterapia. Los caballos son curanderos poderosos y la fundación financiará proyectos que utilicen el poder de la equinoterapia”.

Uno de los proyectos ya en marcha de la Fundación ITOT es el apoyo al centro de equinoterapia Sint Oda. El simple acto de acariciar a un caballo y simplemente estar cerca de un caballo puede tener efectos transformadores en las personas vulnerables que enfrentan desafíos abrumadores en sus vidas.

Estas conexiones con un caballo en un entorno controlado bajo la supervisión de expertos ayudan a desarrollar la autoestima, mejoran la concentración y la atención y la empatía y pueden simplemente hacer que un niño discapacitado sonría y sienta una sensación de diversión.

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