La Hípica West Fork (Tarragona) tras meses de negociaciones con abogados y juicios, ha sido desahuciada de manera improcedente, obligándoles a trasladar a sus 72 caballos de la noche a la mañana, sin ni siquiera darles tiempo para sacar todas sus cosas de la finca que llevaba siendo su hogar más de 20 años.
Material hípico, muebles, pertenencias personales, equipamiento de instalaciones, todo lo que no lograron llevarse en las pocas horas que les dieron para marcharse, se ha quedado allí. Toda una vida reducida a lo que quepa en un par de remolques.
A la espera todavía de la sentencia, otra familia ya se ha instalado en lo que era el hogar de la familia de la West Fork, ocupando la casa y la finca entera para evitar que los puedan sacar de allí.
Ahora deben empezar de 0 en otras instalaciones en Tarragona, pero mientras esperan a que se les devuelva su hogar, han iniciado una recaudación de fondos para poder mantener a los 72 caballos que han sido injustamente obligados a trasladarse, hasta que puedan retomar la actividad:
«Somos un club hípico donde nuestra familia se compone de personas (niños principalmente), caballos y ponis. Nos han sacado injustamente de nuestras instalaciones, y aunque nos han acogido en una finca, apenas podemos dar de comer a nuestros caballos. Estas navidades no habrá regalos en las casas de la gente de nuestro club ya que todo el mundo aporta su granito de arena para poder mantener bien alimentados a nuestros caballos así como para preparar una pequeña instalación para poder trabajar los caballos. Necesitamos vuestra ayuda para sacar adelante un nuevo hogar para estos increíbles animales donde los niños puedan seguir disfrutando y aprendiendo con ellos.»
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