Yo creo que el mundo es de los valientes. Pero para eso, necesitas tener un equipo que crea en ti, gente que te acompañe, que empuje contigo incluso cuando los demás dudan. Cuando empecé a imaginar lo que podía ser Chacco Marketing, la primera amazona que creyó en mí fue Maya de la Joya.
Era una niña, todavía juvenil, y su madre —que siempre ha sido exigente y con razón— confió en mí cuando no había nada más que una idea. Aquel gesto lo recuerdo perfectamente, porque para mí fue el primer “sí” importante de este proyecto. Y además venía de alguien que ya destacaba, que estaba en todas, que las marcas buscaban, campeona de Europa por equipos, subcampeona individual. En ese momento pensé: si una amazona como Maya cree en Chacco, algo estaremos haciendo bien.
Desde entonces hemos pasado todas las etapas juntas: juvenil, young rider, sub-25… y las que quedan. Maya no es solo parte de Chacco Marketing, es parte de mi vida. Es mi hermana pequeña que no es de sangre. Su madre es uno de mis mayores amuletos y su padre, mi apoyo incondicional, mi querido manager. Si alguna vez tengo un problema, sé que el padre de Maya salta por mí sin pensarlo. Por eso, cuando me preguntan qué es lo mejor que me ha dado Chacco Marketing, la respuesta es fácil: Maya de la Joya y su familia.
Hoy Maya cumple 23 años. Hemos vivido juntas miles de cosas: concursos, caballos, viajes, risas y también momentos duros. Y siempre hemos estado la una con la otra. Siempre. Junto a su familia, es mi núcleo de seguridad, mi referencia y mi alegría. He visto su evolución como amazona y como persona, y no puedo estar más orgullosa. Es buena en todo: educada, con clase, estudiosa, talentosa y con un corazón enorme.
Chacco Marketing no se concibe sin Maya, y Maya no se concibe sin Chacco Marketing. Por eso, desde aquí, solo puedo decirle una cosa: felices 23, Mayita. Eres la mejor. Gracias por estar siempre, por lo que eres y por lo que das.
Shelly Ramírez Pino


















0 comentarios