El CSIO Barcelona recuerda al mundo que en este deporte el talento no entiende de género y hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones.

Mariano Martínez Bastida e Imma Roquet son integrantes de la selección española que competirá el domingo en la final de la Longines League of Nations™.

Roquet: “En la pista no importa si eres hombre o mujer, lo que cuenta es la conexión con tu caballo, la estrategia, la técnica y la precisión. Es un deporte donde la fuerza física no interviene”.

Martínez Bastida: “No tenemos ninguna ventaja sobre ellas ni ellas sobre nosotros. Cuando competimos, lo único que miramos es la calidad del rival y cómo superarlo”.

Barcelona, 3 de octubre de 2025.– El Real Club de Polo de Barcelona acoge a las mejores amazonas y jinetes del mundo en el CSIO Barcelona, el evento internacional más antiguo de España que además nos recuerda una singularidad única: la hípica es el único deporte olímpico donde hombres y mujeres compiten juntos, sin categorías separadas y en igualdad de condiciones. Bien lo saben Mariano Martínez Bastida e Imma Roquet, integrantes de la selección española que este domingo disputará la final de la Longines League of Nations™.

En un contexto donde la igualdad sigue siendo un reto pendiente, la hípica lleva más de un siglo ofreciendo un modelo distinto. Desde 1900 forma parte del programa olímpico y lo hace sin distinciones de género. “En la pista no importa si eres hombre o mujer, lo que cuenta es la conexión con tu caballo, la estrategia, la técnica y la precisión. Es un deporte donde la fuerza física no es determinante”, explica Imma Roquet.

Para Roquet, la igualdad en la hípica no es un tema de debate, sino una realidad que se vive a diario: “Estamos tan acostumbrados a entrenar y competir juntos que lo vemos como algo normal. Para mí lo raro es que no se pueda competir con total naturalidad, y es una manera de enseñar al mundo que las mujeres lo podemos tan bien como los hombres”, sostiene.

En la hípica, lo que importa no es la potencia física sino la compenetración con el caballo, el ‘feeling’ entre ambos y la sensibilidad del binomio. Por eso, en los concursos nacionales e internacionales, hombres y mujeres se enfrentan bajo las mismas reglas.

El jinete Mariano Martínez Bastida, compañero de Roquet en el equipo español, confirma esta visión: “Hay gente que puede pensar, cuando ve a una chica montando, que si lo hace un chico lo haría mejor… Yo pienso justo lo contrario. Ellas son más sensibles y tienen esa finura que a nosotros nos cuesta más encontrar”, sostiene. Cada uno juega sus cartas y los participantes buscan cómo superar a su rival con sus mejores armas, sea hombre o mujer. “No tenemos ninguna ventaja sobre ellas, ni ellas sobre nosotros. Cuando competimos, lo único que miramos es la calidad del rival y cómo superarlo”.

Martínez Bastida recuerda que en muchas competiciones de primer nivel son las mujeres quienes ocupan los primeros puestos del podio, un claro ejemplo de que la igualdad es total. Con el paso del tiempo, la hípica se ha convertido en un deporte más profesional y con una técnica más depurada a fin de que la potencia pase a un plano irrelevante. “Antes éramos más brutos y ahora es al revés, somos más sensibles con los caballos. Ellas lo hacen muy bien, con más finura, y nosotros tenemos que trabajar más ese aspecto”, advierte.

Aunque la igualdad cuando se compite es total, hay aun algunas brechas por pulir. “Compaginar la alta competición con la maternidad no siempre es fácil”, explica Roquet, madre de un niño y una niña. “Intento que mis hijos me acompañen a las competiciones, sobre todo cuando se celebran cerca de casa e intento sacar tiempo para todo, pero a veces he tenido que renunciar a participar en concursos, y eso también afecta a mi posición en el ranking. Es un equilibrio complicado”. Y añade: “Si estás más de seis meses sin competir, solo te conservan la mitad de los puntos que tenías en el ranking. Solo con eso, ya bajas considerablemente en la clasificación mundial. Además, los concursos se celebran casi siempre en fin de semana, que es justo cuando los niños tienen fiesta… Ha habido ocasiones en las que he estado cuatro semanas seguidas fuera. Ahora intento no ir a demasiadas competiciones, porque si no, apenas me ven. Pero los deportistas que están en el Top-100 compiten al menos tres veces al mes. A veces es complicado”.