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Guía para gestionar el estrés térmico en competiciones ecuestres

por 1 Ago 2025General0 Comentarios

La Federación Ecuestre Internacional ha elaborado esta guía con el objetivo de ofrecer recomendaciones prácticas para prevenir el estrés térmico en competiciones ecuestres que se desarrollan en condiciones de calor extremo. Tanto los caballos como los jinetes y amazonas están expuestos a riesgos considerables cuando se enfrentan a temperaturas elevadas, especialmente si se combinan con alta humedad, fuerte radiación solar o baja circulación de aire. El sobrecalentamiento puede reducir el rendimiento deportivo, provocar fatiga e incluso desencadenar emergencias médicas graves como el golpe de calor. Esta guía busca proteger la salud y el bienestar de todos los participantes.

El estrés térmico no depende únicamente de la temperatura. Factores como la humedad relativa, la exposición directa al sol, el viento, la duración e intensidad del ejercicio y el grado de aclimatación del caballo también juegan un papel determinante. La FEI recomienda evaluar el riesgo térmico mediante el índice WBGT (Wet Bulb Globe Temperature), que combina temperatura, humedad, radiación solar y viento. Según este índice, un valor inferior a 28 °C se considera de bajo riesgo; entre 28 y 30 °C se trata de un riesgo moderado; más de 30 °C es un nivel de riesgo alto, y por encima de 32 °C se considera extremo, lo que podría requerir la cancelación o modificación del evento.

Para proteger al caballo frente al calor, es esencial adoptar medidas antes, durante y después de la competición. La aclimatación es fundamental: exponer al caballo progresivamente al calor durante al menos dos semanas antes de la prueba mejora su tolerancia fisiológica. Durante los entrenamientos en días calurosos, conviene ajustar la intensidad y vigilar signos de fatiga. Además, una buena hidratación previa es clave para prevenir descompensaciones.

Durante la competición, es prioritario asegurar el acceso continuo a agua limpia y fresca. En algunos casos, puede ser útil mojar al caballo antes de competir (pre-enfriamiento), lo que ayuda a reducir la carga térmica inicial. Es conveniente reducir el tiempo de espera bajo el sol directo antes de entrar a pista y permitir el descanso a la sombra. Una vez finalizada la actividad, debe aplicarse agua fría abundantemente sobre las principales zonas del cuerpo del animal (cuello, tórax, abdomen y extremidades), seguido de un raspado rápido para eliminar el agua caliente que queda sobre la piel. Este proceso puede repetirse varias veces. También es recomendable usar ventiladores o facilitar corrientes de aire para acelerar la evaporación. El protocolo debe mantenerse hasta que la temperatura rectal del caballo baje a niveles normales (entre 38 y 39 °C).

Los jinetes, mozos y personal auxiliar también deben protegerse del calor. Se aconseja el uso de ropa ligera, transpirable y de colores claros, así como una hidratación constante durante todo el día. Deben buscarse zonas de sombra o espacios frescos para descansar entre pruebas. Además, es importante conocer los síntomas del golpe de calor en personas: mareo, confusión mental, debilidad, sudoración excesiva seguida de piel seca, entre otros.

Los organizadores de eventos juegan un papel clave en la prevención del estrés térmico. Deben garantizar que existan suficientes puntos de agua y sombra en establos, pistas y zonas de espera. Es fundamental contar con duchas, mangueras y cubos disponibles en las áreas de calentamiento y recuperación. También se recomienda disponer de ventiladores o sistemas de refrigeración. Toda la logística del evento debe contemplar un “Plan de Calor” que contemple cambios de horario, reducción de distancias o incluso la suspensión de pruebas si las condiciones lo exigen. Además, se debe informar claramente a todos los participantes sobre los protocolos de seguridad, y tener un equipo veterinario y médico preparados para actuar ante cualquier emergencia.

Desde el punto de vista clínico, tanto en caballos como en humanos, el golpe de calor es una situación crítica que requiere atención inmediata. En los caballos, el tratamiento incluye el enfriamiento intensivo y la hidratación intravenosa si fuera necesario. En las personas, debe actuarse con rapidez aplicando técnicas de enfriamiento, hidratación oral o intravenosa, y traslado urgente si no se observa mejoría.

Otros artículos: Conoce los síntomas de un golpe de calor montando a caballo. https://chaccoinfo.com/conoce-los-sintomas-de-un-golpe-de-calor-montando-a-caballo/

Fuente: FEI

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