El arte de comprender al caballo, de la mano de Paddock Activo Collserola

Cada vez son más los jinetes que buscan algo más que resultados en pista: quieren un binomio auténtico, respetuoso y coherente con la naturaleza del caballo. Dentro de este contexto, los cursos que se imparten en Paddock Activo Collserola cuentan con un gran reconocimiento debido a su enfoque ético y fundamentado en la naturaleza de estos animales. Estas formaciones ofrecen la cara de la moneda en la que el caballo se entiende como un ser social, sensible e inteligente.

Los cursos abordan la etología equina como base: comprender cómo piensan y se comunican los caballos, cómo interactúan en libertad y cómo esos patrones naturales pueden ayudarnos en la manera en que los manejamos y entrenamos. Se parte de una idea sencilla: si quieres que un caballo confíe en ti, primero debes aprender a hablar su idioma.

Los alumnos que disfrutan de estos cursos se sumergen en la interpretación de señales, reacciones y posturas que muchas veces pasan desapercibidas a ojos inexpertos. Se analiza este comportamiento desde sus raíces instintivas, y se aprende a reconocer su forma de establecer jerarquías, de marcar el espacio personal, o de reaccionar ante el estrés.

Una de las bazas del programa de los cursos es el trabajo pie a tierra, que se concibe como algo más que el entrenamiento previo a la monta. Se usa para establecer una comunicación sin presión, mejorar la musculatura del caballo de forma consciente y segura, y trabajar sobre su equilibrio, coordinación y propiocepción. Se presta una especial atención a la postura, buscando que el cuerpo del caballo sea funcional, y este se sienta más cómodo y libre.

La formación también introduce las principales teorías del aprendizaje aplicadas al entrenamiento equino, desde el condicionamiento operante —entender cómo las consecuencias influyen en el comportamiento del caballo— hasta el condicionamiento clásico —que permite asociar estímulos y preparar al caballo mentalmente para lo que viene—. Se estudian también los conceptos como refuerzo positivo, refuerzo negativo, castigo positivo y negativo.

El caballo, como cualquier otro ser inteligente, necesita estímulos que lo motiven, lo hagan pensar y le permitan expresar su curiosidad. Por eso, los cursos también incluyen ejercicios de resolución de problemas y actividades que fomentan su atención y capacidad cognitiva. Se trata de educar sin romper, de enseñar sin imponer, y de construir un binomio basado en la confianza mutua.

Estos cursos están pensados tanto para aficionados como para profesionales, quienes buscan una manera más respetuosa y coherente de hacer las cosas.

Cuando el caballo se siente escuchado, responde con lo mejor que tiene. Esa es la lección más importante de todas.

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