La dragonera es una trenza que se realiza en las crines del caballo, permitiendo sujetar las riendas u otros elementos sin recurrir a nudos que puedan apretar demasiado. Es comúnmente utilizada en Doma y otras disciplinas ecuestres, siendo una opción sencilla pero eficaz.
Para hacer una dragonera, es importante seleccionar un mechón de crines con el grosor adecuado para que la trenza quede firme y segura. El primer paso es separar una sección de crines y dividirla en tres partes iguales. Luego, se comienza a trenzar de forma clásica, cruzando los mechones laterales sobre el central.
A medida que avanzamos, es fundamental mantener una tensión equilibrada para que la trenza no quede ni floja ni excesivamente apretada. Según el uso que se le quiera dar, se puede agregar más crines mientras se baja la trenza o mantener el grosor inicial.
Al llegar al final, se introduce la punta de la trenza entre los mechones superiores y se asegura con un nudo sencillo o una pequeña goma elástica. Si se desea mayor sujeción, se puede pasar la punta por dentro de la trenza antes de apretar el nudo.
Este tipo de sujeción es práctica, rápida de realizar y cómoda para el caballo. Además, se puede deshacer fácilmente cuando ya no sea necesaria, sin causar daño ni incomodidad a las crines.
Créditos Fotográficos – Miriam Luque
-Redacción por Cristina Prado-
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