La equitación es una disciplina que se basa en la perfecta sincronía entre jinete y caballo. Para lograr esta armonía, la elección adecuada del equipo es fundamental, siendo las cinchas y los estribos elementos clave para garantizar la seguridad, el confort y el rendimiento de ambos.

La cincha es la encargada de sujetar la montura al cuerpo del caballo, por lo que su ajuste correcto es crucial. Una cincha demasiado apretada puede restringir la respiración, causar rozaduras, úlceras o incluso afectar la circulación. Una cincha floja, por otro lado, puede provocar que la montura se desplace, comprometiendo el equilibrio y la seguridad del jinete. Para un ajuste óptimo, se recomienda que haya espacio para pasar una mano plana entre la cincha y el cuerpo del caballo. Existen diferentes tipos de cinchas, como las de cuero, neopreno, tejido sintético o incluso con borrego sintético o natural. Las cinchas anatómicas o con elásticos en uno o ambos extremos ofrecen mayor libertad de movimiento al caballo y distribuyen mejor la presión. La elección del material dependerá del tipo de monta, la sensibilidad del caballo y las preferencias del jinete.

Los estribos, por su parte, influyen directamente en la postura, el equilibrio y la seguridad del jinete. La longitud correcta se determina generalmente con el jinete sentado en la montura, dejando caer la pierna relajada: la base del estribo debe llegar a la altura del maléolo (tobillo). Estribos demasiado largos obligan al jinete a estirar la pierna en exceso, mientras que unos estribos cortos flexionan demasiado la rodilla, afectando la estabilidad y pudiendo causar dolor. Además de la longitud, el tipo de estribo también es importante. Los estribos clásicos de acero inoxidable son una opción común, pero existen también estribos de seguridad con sistemas de liberación rápida que previenen que el pie quede enganchado en caso de caída, como los estribos con apertura lateral o los estribos magnéticos.

El mantenimiento regular de las cinchas y estribos es fundamental. Se deben revisar periódicamente para detectar signos de desgaste, como grietas, costuras deshilachadas o hebillas oxidadas. Las piezas desgastadas deben reemplazarse de inmediato para evitar accidentes.

-Redacción por Cristina Prado-