El entrenamiento de un caballo joven en Salto de Obstáculos requiere paciencia, planificación y un enfoque progresivo que respete sus capacidades físicas y mentales. La clave está en construir una base sólida que permita al caballo desarrollar confianza, equilibrio y habilidades técnicas para afrontar los desafíos de esta disciplina.

El primer paso es establecer un buen nivel de Doma básica, ya que un caballo que entiende y responde bien a las ayudas será más receptivo al trabajo específico de salto. Una vez lograda esta base, se pueden introducir ejercicios de cavaletti y pequeñas barras en el suelo para mejorar su coordinación y enseñarle a calcular las distancias.

Cuando el caballo muestra confianza y fluidez en estos ejercicios, se puede pasar a pequeños obstáculos individuales. Es importante variar los tipos de saltos, como verticales y oxers sencillos, pero siempre manteniendo una altura acorde con su nivel de experiencia. El enfoque debe estar en la calidad del salto, no en la cantidad, para evitar el desgaste físico y mental.

El progreso debe ser gradual, introduciendo combinaciones cortas y líneas de dos o tres saltos cuando el caballo esté listo. Durante todo el proceso, es crucial observar su comportamiento y adaptarse a su ritmo. El objetivo es que el caballo disfrute del trabajo y asocie el salto con una experiencia positiva.

-Redacción por Cristina Prado-