No será la primera vez que escuches hablar de ello, ni tampoco la última. El llamado “diente de lobo” es un diente vestigial que aparece en algunos caballos, se encuentra situado por delante de los molares superiores, aunque en algunas ocasiones puede aparecer en la mandíbula inferior.
No todos los caballos desarrollan estos dientes y su tamaño y ubicación puede variar, si bien, con carácter general, emergen entre los 6 meses y el año de edad. Y aunque no siempre causa molestias, en algunas ocasiones es necesario su extracción.
Algunos de los problemas más habituales son la sensibilidad y el dolor, el rechazo al filete o bocado, irritación y lesiones en tejidos blandos o la inflamación y riesgo de infecciones. Un manejo adecuado comienza con un diagnóstico correcto y un plan de acción adaptado a las necesidades de cada caballo.
El “diente de lobo”, por tanto, es un pequeño detalle anatómico que puede producir problemas en la salud de nuestro caballo.
¿Tu equino muestra signos de incomodidad? ¡Consulta a su dentista para una evaluación!
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