La desparasitación y la vacunación son dos rutinas sencillas de medicina preventiva. Por eso, es muy aconsejable desparasitar y vacunar a nuestros caballos periódicamente.

En el caso de la desparasitación, algunos propietarios prefieren recoger una muestra de heces y hacer un análisis antes de administrar al caballo un medicamento genérico, para así tratar específicamente los parásitos que tenga. En cuadras, centros ecuestres o sitios donde conviven muchos caballos, es habitual desparasitar a todos los equinos cada 3-4 meses o siempre que se detectan parásitos en alguno de ellos. También se suelen desparasitar los caballos que se trasladan a un lugar nuevo, porque allí posiblemente habrá parásitos diferentes a los habituales en su lugar de procedencia. Por otra parte, es muy importante variar el principio activo cada vez, para que los parásitos no se vuelvan resistentes.

Las vacunas deben llevarse al día también. Se recomienda vacunar de gripe todos los años, o cada 6 meses en caballos que compiten. La gripe no presenta una alta mortalidad, pero es muy contagiosa. En cuanto al tétanos, también es recomendable vacunar con carácter anual para que el caballo esté protegido si se hace alguna herida o un corte, pues esta enfermedad puede llegar a ser letal.

Si bien es cierto que es imposible proteger a nuestros animales al cien por cien, cualquier medida preventiva reducirá mucho los signos clínicos.