Con el cambio de estación y la disminución de horas de luz, acabar todas las tareas de cuadra antes de que caiga la noche se vuelve un desafío. A continuación, compartimos algunos consejos útiles para el día a día.
La primera recomendación es preparar las comidas de la noche durante la mañana. Medir el grano y los suplementos en pequeños cubos o bolsas etiquetadas con el nombre de cada caballo permite ahorrar tiempo al anochecer, ya que solo será necesario verter el contenido en los cubos de alimentación.
Otro consejo es disponer las pacas de heno de la noche en una carretilla al comienzo del día. De este modo, por la noche bastará con un solo viaje para distribuir el heno por las cuadras, ahorrando así tiempo y energía.
Colocar un balde extra de agua en cada establo también puede ser una estrategia útil. Si cada caballo tiene dos baldes, quizás no sea necesario rellenarlos para que pasen la noche. No obstante, siempre hay que verificar que el agua esté limpia y sin restos de heno.
Por último, no conviene barrer el establo por la noche. Esta tarea puede posponerse hasta la mañana siguiente, después de sacar a los caballos. Esto, además de ahorrarnos tiempo por la noche, es beneficioso para la salud respiratoria de los animales, ya que evita la acumulación de polvo y otros residuos en el aire mientras descansan en su cuadra.
Estos sencillos cambios en la rutina pueden facilitar considerablemente las tareas diarias en el establo y aumentar el aprovechamiento de la luz natural durante los días cortos de otoño e invierno.
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