Habituar a un potro a la cabezada y al filete es un proceso que requiere paciencia y una serie de pasos clave que faciliten luego el entrenamiento. Lo primero es conseguir que el potro se deje tocar la cara y las orejas, ya que así será más fácil que acepte la cabezada.
Una vez que el potro esté cómodo con el contacto en estas zonas, se puede proceder con la colocación de la cabezada de cuadra para, más adelante, introducir la brida con filete. A continuación, te explicamos los pasos a seguir para enseñarle la cabezada de trabajo por primera vez.
1. Sostén la cabeza del potro mientras sujetas la cabezada con la mano izquierda. Es fundamental que el animal esté tranquilo.
2. Acerca el filete a la boca del potro para que intente cogerlo por iniciativa propia. Es posible que al principio no lo haga, pero este paso le da la oportunidad de explorar el hierro con naturalidad.
3. Si el potro no agarra el hierro, introduce un dedo de la mano derecha en su boca por la comisura, donde no tiene dientes, y muévelo suavemente para invitarlo a abrir la boca y así poder meter el hierro.
4. Una vez que hayas introducido el filete y pasado las orejas por la cabezada, es el momento de ajustar bien los montantes, la muserola y el ahogadero. Es preferible que haya cierta holgura para evitar molestias en la boca y las orejas. Si la cabezada se aprieta demasiado, el potro estará incómodo.
5. El último paso sería verificar que todas las piezas están bien ajustadas y colocadas.
Este proceso debe repetirse hasta que el potro esté completamente cómodo con la cabezada de trabajo.
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