1. En 1760, Woolston (Lancashire, Inglaterra), nació “Old Billy”. El caballo que vivió hasta los 62 años, tras haber trabajado en labores agrícolas hasta poco antes de su fallecimiento. Su resistencia y fortaleza eran admiradas por todos los que lo conocían.

A pesar de que la esperanza de vida media de los caballos ronda los 25 – 30 años, “Billy” la superó con creces hasta sus 62.

Aunque no se tienen registros precisos de su tamaño, se cree que “Old Billy” era un caballo de gran envergadura lo cual podría haber contribuido a su resistencia y longevidad.

El caballo se convirtió en una celebridad local y el artista W. Taylor se encargó de sacarle un retrato. Actualmente, se encuentra su cráneo en el Museo de Manchester y su piel fue disecada y regalada a la Cecil Higgins Art Gallery & Bedford Museums.

Su historia ha sido transmitida de generación en generación convirtiéndose en un personaje icónico y objeto de fascinación para los amantes de los caballos. Y es que si bien “Old Billy” es uno de los casos más conocidos, existen otros caballos que también han alcanzado edades avanzadas, como “Shayne”, que vivió 51 años.