En el ámbito de la equitación y el bienestar animal, la depresión en caballos es un tema que ha ganado atención.

Los caballos pueden experimentar estados de ánimo bajos y cambios en su comportamiento que indican un problema subyacente, aunque comúnmente la asociamos con humanos. Para garantizar la salud y el bienestar de nuestros compañeros equinos, es esencial reconocer estos signos. Estos son 9 de ellos:

1. Falta de movilidad: Es uno de los síntomas más visibles de la depresión en los equinos. Un caballo que solía ser activo y enérgico puede repentinamente volverse letárgico, mostrando poco interés en moverse o participar en actividades que antes disfrutaba. La incapacidad para moverse se puede manifestar en una falta de inclinación para caminar, galopar o incluso salir de su establo. Pueden pasar mucho tiempo inmóviles.

2. Indiferencia y falta de respuesta hacia humanos y otros estímulos en su entorno: Un caballo puede volverse apático si se mostraba curioso o entusiasmado por la interacción con sus cuidadores, compañeros de establo o incluso por los sonidos y movimientos de su entorno. Puede ignorar las señales, no responder a su nombre y mostrar poco interés en las actividades que normalmente disfrutaría, como el juego o la exploración.

3. Pérdida de apetito: Pueden mostrar desinterés por la comida, comiendo menos de lo habitual o rechazando completamente el alimento. Esto puede incluir tanto el pienso habitual como los premios o golosinas de los que normalmente disfrutaría. No solo afecta a su condición física, sino que también puede llevar a problemas como desnutrición o cólicos.

4. Vicios: Son comportamientos repetitivos y sin propósito que a menudo se observan en caballos deprimidos o estresados. Estos comportamientos, como el balanceo, el cribar, o el caminar en círculos, suelen desarrollarse como una forma de lidiar con el estrés emocional.

5. Falta de sueño: Otro signo común de depresión en los caballos es la falta de sueño. Pueden tener dificultades para relajarse lo suficiente como para descansar adecuadamente, lo que puede resultar en períodos de sueño más cortos o interrumpidos.

6. Falta de disposición para trabajar: Una resistencia a realizar ejercicios, un desempeño por debajo de lo esperado o incluso una negativa directa a moverse o responder a las señales de su jinete son algunos de los signos de este cambio.

7. Aumento del miedo, la ansiedad o la susceptibilidad: Un caballo deprimido puede volverse más reactivo o nervioso. Los ruidos, los movimientos inesperados o incluso la presencia de personas y otros animales pueden hacer que se asusten fácilmente. Este comportamiento, que muestra hipervigilancia, puede indicar que el caballo está bajo un alto nivel de estrés emocional.

8. Niveles reducidos de cortisol en sangre: El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés, y sus niveles suelen aumentar en situaciones de tensión o ansiedad. Sin embargo, en un caballo deprimido, los niveles de cortisol pueden ser anormalmente bajos. Esto ocurre porque el cuerpo del caballo puede llegar a un estado de agotamiento crónico donde la producción de cortisol disminuye.

9. Evitar otros caballos: Un equino que solía disfrutar de la compañía de sus compañeros equinos puede volverse distante y reacio a interactuar con ellos. Este comportamiento puede manifestarse en una tendencia a mantenerse apartado del grupo, a evitar el contacto o a mostrar signos de incomodidad cuando otros caballos están cerca.