Nicolás Pizarro ha sido objeto de graves acusaciones relacionadas con fraude y mala gestión en el Club Hípico Cuadra Macaria, situado en el Estado de México. Las denuncias provienen de su exsocio y antiguo patrocinador, quien asegura haber sido víctima de las prácticas deshonestas de Pizarro durante los últimos seis años.
Uno de los principales cargos contra Pizarro es la manipulación de los costos de construcción del club hípico. Se le acusa de haber inflado los precios acordados inicialmente, causando así un daño económico considerable a su exsocio. Además, Pizarro supuestamente vendió caballos lesionados como si fueran ejemplares de alto rendimiento, engañando a clientes, socios y amigos. Para llevar a cabo estas ventas fraudulentas, se habría asociado con veterinarios que alteraban los resultados de los chequeos médicos de los caballos a cambio de dinero.
Pizarro también ha sido acusado de presentarse falsamente como un inversionista de alto nivel, utilizando esta imagen para engañar y defraudar a varias personas. Estas víctimas confiaron en él y, como resultado, sufrieron importantes pérdidas económicas.
Junto con su esposa, Rocío Paola Barriga, Pizarro ha sido acusado de engañar a sus empleados. Se alega que trabajadores con más de 15 años de antigüedad fueron despedidos sin recibir la indemnización correspondiente. Los empleados habrían sido obligados a firmar renuncias con la falsa promesa de un pago que nunca se materializó.
Las denuncias contra Nicolás Pizarro revelan un patrón de comportamiento fraudulento y abusivo que ha perjudicado a numerosas personas en el sector hípico. Estas acciones no solo han afectado económicamente a sus víctimas, sino que también han dañado la reputación del Club Hípico Cuadra Macaria.
La comunidad hípica y aquellos afectados por estos hechos esperan que las autoridades investiguen a fondo y tomen las medidas necesarias para que se haga justicia.
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