La urticaria, también conocida como habones, es una condición cutánea común en caballos que puede resultar frustrante tanto para los propietarios como para los veterinarios debido a la dificultad para identificar su causa exacta. Aunque los episodios agudos y autolimitados de urticaria son relativamente fáciles de diagnosticar, pueden evolucionar hacia una afección crónica y recurrente.
Diversos factores pueden causar urticaria en caballos, incluyendo medicamentos como antibióticos y fármacos antiparasitarios, suplementos dietéticos, plantas estacionales, moho y hongos, y picaduras de insectos. En muchos casos, la urticaria es inducida por factores ambientales. Incluso las propiedades mejor mantenidas no están libres de alérgenos, que pueden estar presentes en el suelo o ser transportados por el aire desde grandes distancias. La temporada del año también influye significativamente en el desarrollo de la urticaria, siendo más común durante los meses cálidos y húmedos, donde la humedad y el sudor pueden exacerbar la reacción alérgica inicial.
Identificar la causa subyacente de las alergias en caballos puede ser un desafío. Es crucial observar cuándo el caballo empieza a mostrar síntomas: si es estacional (primavera/verano), relacionado con el clima (húmedo o frío y mojado), o asociado con un cambio en el entorno del caballo (cama de la cuadra versus alérgenos ambientales en el heno o paja).
En la mayoría de los casos de urticaria inducida por alergias ambientales, es difícil eliminar completamente al caballo de la fuente del alérgeno. Por lo tanto, el tratamiento empírico basado en la observación y experiencia suele ser la opción más sencilla para aliviar los signos clínicos. Se pueden usar champús con esteroides para proporcionar alivio, aunque su efecto se desvanece una vez que se enjuaga el champú. La terapia antiinflamatoria sistémica puede ofrecer una resolución rápida pero a menudo requiere dosis repetidas. Esto puede incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs), corticosteroides y antihistamínicos.
Es crucial trabajar estrechamente con un veterinario para desarrollar un plan de manejo y tratamiento seguro para el caballo. Los medicamentos pueden ser necesarios a largo plazo para prevenir la recurrencia de la urticaria, pero no están exentos de riesgos o efectos secundarios. La colaboración con el veterinario ayudará a determinar si estos medicamentos son seguros para su caballo.
Diversos factores, incluyendo medicamentos, suplementos, plantas, moho e insectos, pueden desencadenar urticaria en caballos, siendo el clima cálido y húmedo un agravante común. Trabaje estrechamente con su veterinario para desarrollar un plan de manejo y tratamiento adecuado. A menudo, un cambio hacia una estación más fresca (de verano a otoño) se asocia con una reducción general de los alérgenos ambientales y la resolución completa de la urticaria.
Fuente: https://thehorse.com/
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