Ramon Koppendraaier cuenta con gran experiencia en el recorte y corrección de cascos, desde potros hasta caballos deportivos. Horse Sport le formuló seis preguntas.
1. ¿Cuándo debería ver un herrador por primera vez a un potro?
“A menos que exista algo fuera de lo común, el herrador examina al potro aproximadamente a los dos o tres meses de edad. Los potros nacen con una especie de capa protectora alrededor de sus cascos, lo que les da una forma poco usual, pero protege al útero de posibles patadas fuertes. Esta forma se normaliza en la mayoría de los casos, pero si persiste, el herrador deberá intervenir. En casos extremos, puede ser necesario recortar o incluso aplicar un zapato.”
2. ¿Es posible corregir un desarrollo irregular de los cascos o una postura extremadamente desviada?
“Es fundamental abordar esto cuanto antes y seguir recortando hasta que los cascos se normalicen. Esta es la vía más sencilla para resolver el problema. Mientras más tarde comience el proceso, menos resultados se podrán obtener. A menudo, el problema no radica solo en el casco, sino en toda la pata. La rodilla podría estar torcida o un tendón más largo que el otro, situación que requiere la consulta con un veterinario.”
3. ¿Hasta cuándo se pueden realizar correcciones?
“Lo ideal es que el herrador examine al potro poco después del destete. Es crucial revisar a los potros varias veces antes de que vayan al campo como “añejos”, ya que en el primer semestre se pueden obtener los mejores resultados, dado que el cartílago aún no está completamente formado y todo sigue siendo suave y débil. A medida que el potro crece, se hace más complicado realizar correcciones, y estas pueden dañar las articulaciones.”
4. ¿Qué situaciones son comunes para ti?
“Los criadores se preocupan si un potro muestra una postura hacia adentro o hacia afuera de sus cascos, pero no siempre es un problema. Si el potro muestra una postura hacia afuera, suele corregirse a medida que crece. Los potros tienen un pecho estrecho, y sus patas se inclinan hacia afuera para brindar un mejor soporte. Con el tiempo, a medida que el pecho se expande, las patas se enderezan y apuntan hacia adelante de manera natural. Sin embargo, si las patas se inclinan hacia adentro, podría generar problemas a medida que crecen y su pecho se ensancha.»
5. ¿Cómo puede un propietario prevenir el desarrollo de ‘cascos débiles’ en los potros?»
«Primordialmente, asegurar que el potro tenga suficiente espacio para moverse. A medida que crecen, la relación entre el cuello y las patas cambia constantemente. En un momento, sus patas crecen, y al siguiente, es el cuello. El potro puede tener dificultades para alcanzar el suelo y, por ello, separar más sus patas delanteras. Por eso es esencial que el pasto no esté demasiado corto, para que no tengan que esforzarse tanto. El pasto largo también les brinda más alimento y reduce el tiempo que pasan con las patas separadas. Hasta que salgan al campo como añejos, lo mejor es no alimentar al potro directamente desde el suelo, sino elevar el alimento.”
6. ¿Algún consejo adicional?
«Mi recomendación es no demorar la visita del herrador. Por lo general, el herrador acude de todos modos para atender a los caballos mayores, por lo que puede examinar también a los potros en ese momento. Aunque no haya nada específico que hacer, es beneficioso que el herrador revise las patas del potro. A menudo, esta situación les genera cierto temor, especialmente porque no están familiarizados con la persona que los maneja en ese momento. Forma parte de la educación de los potros. A veces, la gente evita este ejercicio, pero cuando los potros se acostumbran, el trabajo del herrador se vuelve más sencillo.»
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