ALDA Stables, la cuadra familiar dirigida por los hermanos Codina y consolidada como uno de los referentes del Salto de Obstáculos a nivel nacional, estrena una nueva finca que supone un gran avance en su trayectoria. Este nuevo espacio, pensado para mejorar la calidad de vida tanto del equipo como de los caballos, marca un antes y un después en el crecimiento del proyecto.

“Para mí significa una gran mejoría de calidad de vida, tanto para mí como para los caballos”, explica Alex Codina, jinete y fundador de ALDA Stables.

La idea de contar con una finca completamente nueva llevaba tiempo en la mente de los componentes. El objetivo era reunir en un mismo entorno las viviendas del equipo y las instalaciones ecuestres, de manera que el día a día se desarrollase en un ambiente más cómodo, controlado y cercano a los caballos.

El diseño se ha centrado en lo esencial: crear un espacio funcional, práctico, profesional y adaptado a las necesidades reales de quienes viven y trabajan con los caballos. Las nuevas instalaciones destacan por su pista y sus cuadras, consideradas el corazón de la finca, junto con una vivienda principal que combina estética rústica y elementos modernos, manteniendo siempre el respeto por la obra original.

“Es una finca que representa y se respira felicidad, libertad y singularidad en cada uno de los detalles”, describe Codina. “Es rústica, muy viva y muy única.”

El resultado es una finca con identidad propia, donde cada espacio está pensado para facilitar la rutina del equipo, con todo a mano y bajo control, garantizando un seguimiento constante del bienestar de los caballos.

El proceso de creación no ha estado exento de desafíos. La planificación y las decisiones de diseño, especialmente en torno a la disposición de las cuadras y los distintos espacios, han requerido una visión clara y mucha atención al detalle. Sin embargo, el esfuerzo ha dado fruto: ALDA Stables cuenta ahora con una base sólida y funcional desde la que seguir desarrollando su proyecto.

Mirando al futuro, el jinete tiene claro el siguiente paso:

“En una primera fase queremos dejarlo todo bien preparado para nuestros caballos, en una segunda fase dar inicio a la entrada de posibles clientes de máxima confianza, con valores similares a los nuestros y en una tercera fase muy lejana, quién sabe, quizás podría llegar a hacer algún concurso.”

Con esta nueva finca, ALDA Stables refuerza su compromiso con el bienestar, la profesionalización y la pasión por el Salto, consolidándose como una de las cuadras familiares más prometedoras del panorama ecuestre español.